Cuando Dios va a hacer su voluntad llama a su pueblo a orar
Lucas 22: 46 “Jesús les dijo: ¿Por qué dormís? Levantaos y orad para que no entréis en tentación.”
Jesús oraba para que se hiciese la voluntad del Padre Celestial. Y Dios iba a hacer su voluntad de completar la obra salvadora entregando a su Cordero para quitar el pecado del mundo. Era necesaria la oración del Salvador para hacer la obra salvadora. Y Jesús llamó en ese importante y predecesor momento a sus discípulos a la oración.
Nehemías 1: 4 “Cuando oí estas palabras me senté y lloré, e hice duelo por algunos días, y ayuné y oré delante del Dios de los cielos.”
Dios va a continuar haciendo su obra de reconstruir Jerusalén. Primero se reconstruyó el templo con Esdras y ahora los muros de la ciudad con Nehemías. Y Dios llama a Nehemías a estar atento a lo que está sucediendo y a orar. El Señor va a actuar.
Tenemos que mantenernos alerta en oración para no caer en tentación porque Dios va a actuar. Y el adversario está trabajando para parar la obra del Señor. El adversario trabaja siempre buscando a quien devorar para que no entre a hacer voluntad del Señor.
El adversario nos tienta para que nos quedemos fuera de la voluntad y obra de Dios.
Nos tienta para que:
-Quedemos dormidos mientras Dios hace su obra y por tanto no participemos en ella.
-Estemos distraídos con otras cosas que no son la voluntad de Dios y por tanto no nos encontremos en el lugar donde Dios está trabajando, como le ocurrió a Tomás que no estaba en el aposento alto cuando Jesús se apareció a los discípulos.
-Seamos llenos de miedo y abandonemos la tarea y la misión, como le ocurrió a Pedro que le negó o a los discípulos (menos Juan) que salieron corriendo al ser arrestado Jesús.
-Engañarnos y no favorecer la obra de Dios, como ocurrió a Judas.
La oración es fuente de fortaleza para hacer la voluntad de Dios.
El Señor Jesucristo despertó a sus discípulos y hoy también nos está despertando a nosotros.
Despierta y ora porque Dios va a hacer su voluntad.